Como lo prometido es deuda, el sábado cité a unos familiares para ir a ver a Alex al Miró. Quería probar los nuevos platos y ver qué quedaba de lo que me encantaba. La tortilla mantuana y los langostinos al ajillo resultaron un éxito. La morcilla con huevo de codorniz me sigue trastornando. El pulpo encantó a todo el mundo, hasta el punto de repetir un par de veces. El leirem me encantó, me gustó mucho su dura y terrosa textura. Los datiles con queso azul, oporto y tocineta son un manjar. El mar y montaña, pero con Langostino en vez de langosta (ya no es época de langosa) es maravilloso. Todo esto lo regamos con un vino sudafricano llamando Diemersfontein Cabernet Sauvignon Carpe Diem. Realmente fue excepcional todo. Muchas gracias a Alex y Carmen por hacernos sentir como en casa.
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